miércoles, 12 de abril de 2006

Los Sentidos

Colores, sabores, pero sobre todo olores. Los sentidos se densifican, se multiplican ante tal despliegue de estímulos, los olores, viaje a nuevas dimensiones en las calles estrechas de la Medina. La luz violenta rabatí se dulcifica a la sombra discreta y protectora de las intrincadas calles. Silencio tras el último recodo. Tú marchas a mi lado, silencio en el silencio de nuestras palabras, hablan nuestros pasos y los gestos de nuestros cuerpos. Nos hallamos perdidos en la intensificación de nuestros sentidos. Estás a mi lado. Nunca sin ti. Cada mañana que el amanecer me hace volver a la vida, siento tu presencia, tu calor evidente y la fuerza de la forma de tus manos; tus manos, esa playa. Y en mis pasos hay un eco y en él, reconozco los tuyos. Y es tan evidente tu presencia, que a veces me sorprendo a mi misma sonriendo a tu recuerdo, con la luz de mis ojos iluminando tu mirada. Tu calor se cuelga de mi piel y el sentido del tacto se identifica de nuevo. Camus, La peste. Curioso, la primera vez que vine a vivir a Rabat recordaba constantemente sensaciones, frases, flashes visuales que ese libro me había dejado: Oran, la violencia de la luz, el calor intenso, implacable, plaga en la plaga, la rutina necesaria para sobrellevar la vida (...). Tu recuerdo me acerca más aún a ti. A veces te siento respirar a mi lado, tras de mí, siento el imperceptible soplo de tu vida en mi nuca y entonces vives en mí, cubres mi piel con millones de matices de colores, sabores y olores, sobre todo olores.
(Julio - 2005)

Vuelta a Casa


Alicia duerme a este lado del espejo.

Decir Buenos días, café, zumo de naranja recién exprimido, un trozo del bizcocho de Sahida y ojos somnolientos que empiezan a brillar, tras la ducha con agua bien caliente. La lectura de ayer me ocupó más de la cuenta, pero es que “El hacedor” me engancha una y otra vez y ayer, curioso día, había en mi una necesidad de caminar por terrenos brumosos, llenos de matices en el alma. El sueño se recostó a mi lado y me cogió de la mano antes incluso de poder hacer balance del día.... Mañana tengo una montañita de cosas inútiles e intranscendentes que hacer, vuelvo a casa. Última semana, las invitaciones a las respectivas casas de amigos y compañeros de trabajo se precipitan; esta noche restaurante..., mañana en casa de..., pasado vienen a.... El viernes, con el sol en su punto más alto, vuelta a Madrid, montada en un montón de planes para ejecutar antes de volver a partir, esta vez, más allá del océano. Me espera mi Sol, para perdernos por los tugurios de Lavapiés, cañas y cañas, un vino con algún suculento acompañamiento sólido y las risas de mis amigos, los que siempre esperan mi vuelta como si jamás me hubiera ido. Ese es mi regalo, verme reflejada en sus ojos y seguir reconociéndome, como si habitara dentro de ellos. Y fíjate, no soy nada, solo un granito de arena que se perdió en esta playa.

(29 - Septiembre - 2005)

Sin Palabras


Sólo aquí, mirando comenzar el día. Hay buenos recuerdos que acuden a mis ojos, y miro el mar, tan lejos. Sólo aquí, sigo y vivo. Y eso seguirá así, y eso me reconforta y siento mis raíces, firmes, bajo mis pies y la ligereza de mis piernas al caminar. No hay anclas, sólo un horizonte que pasa ante mis ojos. Y yo miro, miro y vivo.

(Octubre - 2005)