miércoles, 12 de abril de 2006

Vuelta a Casa


Alicia duerme a este lado del espejo.

Decir Buenos días, café, zumo de naranja recién exprimido, un trozo del bizcocho de Sahida y ojos somnolientos que empiezan a brillar, tras la ducha con agua bien caliente. La lectura de ayer me ocupó más de la cuenta, pero es que “El hacedor” me engancha una y otra vez y ayer, curioso día, había en mi una necesidad de caminar por terrenos brumosos, llenos de matices en el alma. El sueño se recostó a mi lado y me cogió de la mano antes incluso de poder hacer balance del día.... Mañana tengo una montañita de cosas inútiles e intranscendentes que hacer, vuelvo a casa. Última semana, las invitaciones a las respectivas casas de amigos y compañeros de trabajo se precipitan; esta noche restaurante..., mañana en casa de..., pasado vienen a.... El viernes, con el sol en su punto más alto, vuelta a Madrid, montada en un montón de planes para ejecutar antes de volver a partir, esta vez, más allá del océano. Me espera mi Sol, para perdernos por los tugurios de Lavapiés, cañas y cañas, un vino con algún suculento acompañamiento sólido y las risas de mis amigos, los que siempre esperan mi vuelta como si jamás me hubiera ido. Ese es mi regalo, verme reflejada en sus ojos y seguir reconociéndome, como si habitara dentro de ellos. Y fíjate, no soy nada, solo un granito de arena que se perdió en esta playa.

(29 - Septiembre - 2005)

1 comentario:

Miguel dijo...

¿Un granito de arena? Espero que no olvides lo grandes que pueden ser ciertos granitos de arena en el universo de los otros.